domingo, 29 de agosto de 2021

Tesoro

 


A unas pocas cuadras de casa se encuentra el puerto de mi ciudad.

Es un lugar que me atrae. Observar los barcos anclados, el suave movimiento del mar, meciéndolos, me da mucha paz.

La semana pasada recorría una vez mas los muelles, cuando de repente comenzó una tenue llovizna.

Era raro, ya que solo unos minutos antes el sol no daba tregua en este verano sofocante.

Mire mas allá, adonde terminaba el puerto y se abría el mediterráneo en todo su esplendor, y un espectacular arco iris se robó toda mi atención.

-disculpe, sentí una voz cercana.

Esas palabras me trajeron de vuelta de mis pensamientos. Busqué alrededor buscando esa voz y vi a un hombre de pie en un barco a unos pocos metros de donde me encontraba. Era un hombre alto, con aire distinguido, pero no parecía el típico capitán de barco.

-es a mí ?, pregunté.

-le gustaría ir?

Lo mire confundido.

-perdón, como dice?

-si quiere que lo lleve? Pregunto mientras quitaba una de las amarras.

seguí mirándolo sin entender.

-Al arco iris, hombre, dijo señalándolo con la mano.

Mire al arco iris y luego mire al hombre esperando un remate al chiste, pero seguía de pie mirándome fijo y señalando el cielo.

-conoce la leyenda del arco iris? Preguntó.

-pues claro, respondí, al final del arco iris espera un gran tesoro.

-entonces no pierda mas tiempo y suba, que en un minuto zarpamos, dijo quitando la última amarra y sosteniendo la pequeña pasarela.

Miré a ambos lados para asegurarme que no era una broma, y sin pensarlo, di unos pasos y subi al barco.

Navegamos una media hora, en total silencio, con la proa apuntando hacia el extremo derecho donde terminaba el arco iris, y para mi sorpresa, nos acercábamos cada vez más.

De vez en cuando oía murmurar a aquel hombre, o tal vez estaba cantando.

Un rato después llegamos a una pequeña isla, donde los colores del arco iris se posaban en un bosque.

Amarró el barco a un destartalado muelle, bajó y caminó hacia el bosque.

-sígame, ordenó.

Obediente, con muchísima curiosidad, lo seguí.

Nos detuvimos justo frente al denso bosque que estaba cubierto por una espesa niebla.

Al acercarnos, la niebla se disipo, y pude ver más allá de los árboles.

Pude distinguir la silueta de varios niños jugando a la distancia en un prado lleno de flores, y pájaros, y un rio que serpenteaba desde una montaña lejana.

Pero algo en ese grupo de niños atrajo mi mirada, y al intentar acercarme, una fuerza invisible me impedía avanzar. No podía cruzar ese límite.

Mi respiración se aceleró, y entonces pude verlo con claridad.

Ahí estaba, riendo y chapoteando descalzo.

-Bauti !!, grite casi sin aliento.

-no puede oírte, dijo el hombre a mi lado.

Estaba tan cerca…

De pronto, Bauti comenzó a correr y se detuvo justo delante mío.  era evidente que no me veía, pero, aun así, miraba en mi dirección.

-puede verme, sabe que estoy aquí?, pregunte desesperado.

-lo sabe, dijo el hombre, pero no puede verte.

Fije la mirada en él, en sus mejillas, en su sonrisa y los hoyuelos que se le formaban.

Entonces Bauti pronuncio estas palabras; ¡estoy bien y te amo…mucho!

Fue demasiado y llore ríos y mares y océanos.

No podía dejar de mirarlo, aunque volver a estar tan cerca era doloroso.

-Está bien, ¿no?, pregunte dando media vuelta y mirando a los ojos al hombre.

-Más de lo que te imaginas, respondió con una sonrisa.

Entonces Bauti se dio la vuelta y comenzó a correr hacia donde lo esperaban los otros niños, pero se detuvo de golpe y regreso frente a mí.

Hizo como si me abrazara y cerrando los ojos, me tiro un beso, agito la mano y volvió corriendo a donde estaban los demás.

En el camino de regreso al barco, el hombre puso su mano sobre mi hombro y así regresamos, sin decir nada.

-gracias por llevarme hasta mi tesoro, dije al bajar del barco.

El hombre hizo un gesto con la cabeza y señalo hacia la proa.

No había prestado atención antes al nombre del barco, y no pude evitar una sonrisa.

se llamaba ETERNIDAD.

 

Te amo…mucho

Papa


martes, 16 de marzo de 2021

SUEÑO?

La semana pasada tuve un sueño que me gustaría compartir.

soñé que estaba sentado en un bar, escribiendo en mi ordenador, cuando un hombre de unos 60 años aproximadamente me dijo desde la mesa contigua,

-Eso que has escrito es muy bonito.

Lo mire con una mezcla de perplejidad e indignación.

-siempre tiene por costumbre mirar lo que escriben los demás de manera furtiva, -le solté con mi mejor cara de pocos amigos.

-Te pido disculpas, - dijo amablemente, -Se me ha ido la vista hacia el ordenador y no he podido evitarlo, - y sonrió.

Reconozco que esa sonrisa aflojo en gran parte mi enojo.

-Me permite?,- pregunto mientras se sentaba frente a mí.

Levante las cejas, -Esta bien, de cualquier manera, ya lo ha hecho.

-Lo conozco?,-Pregunte con curiosidad.

-Escribes una novela?,-Pregunto a su vez.

-No, escribo cosas en el Blog de mi hijo, Bautista.

El hombre clavo sus ojos en algún punto detrás mío.

-falleció hace 9 años, -dije con un hilo de voz.

-Lo siento, no puedo imaginarlo.

-Ya, -respondí en voz baja.

-Y escribe para que todo el mundo lo lea?

-Escribo para él, - respondí rápidamente.

-Pues estoy seguro de que allí afuera hay gente a la que le vendría muy bien leer eso, -dijo señalando el ordenador.

-Pues ahora que lo dice, hace unos años, una amiga de Colombia, Marcelie, quien también sufre la perdida de su hijito, me hizo saber que a ella y a otros padres en la misma situación les reconfortaba leer el Blog.

-Saber eso fue darme cuenta de que no estoy solo, que lamentablemente somos muchísimos los que atravesamos este infierno. Y por eso hoy intento escribir mas a menudo, no solo por Bauti, sino también por todos ellos, -concluí.

-Eso es muy noble, sobre todo porque hay padres que no tienen la posibilidad de expresar lo que sienten, y leer el Blog les conecta con alguien que si puede expresarlo, y en cierto modo se sienten identificados, -dijo aquel hombre.

-Comprendo, pero no quiero que eso se convierta en una carga o en una responsabilidad.

-Carga?, ¿Responsabilidad?, -pregunto alzando las cejas, -solo sigue expresando lo que sientes y ya está, ¡nadie te juzgara por ello!

-Puede ser, dije, -pero es que a veces me agobia ver que miles de personas han entrado y leído mis sentimientos.

-Pues por lo que yo veo, este espacio te permite liberar tus emociones, y eso siempre es bueno, - dijo mirándome a los ojos.

Era extraño, pero podía reconocer algo familiar en el rostro de aquel hombre.

-Hay tanto dolor allí fuera, -murmure.

-Y allí dentro?, - Pregunto señalando mi pecho.

-Lo conozco?, - Volví a preguntar.

-Lo esencial es invisible a los ojos, intenta mirar con el alma, - dijo mientras se levantaba lentamente.

Esa frase es de mi libro favorito, pensé mientras lo miraba con cara de no entender de que me estaba hablando, y de inmediato volví a mirar la pantalla del ordenador dispuesto a retomar mi escritura.

-Ya lo entenderás, Papa,- dijo el hombre en un susurro.

Mi cerebro tardo un eterno segundo en procesar lo que había escuchado, y al levantar la mirada, ya había desaparecido.

 

Te amo…Mucho

Papa

 

domingo, 8 de noviembre de 2020

Mi lugar secreto


 

Es lunes y mientras desayuno caigo en la cuenta de que ya no tendré que llevarte al colegio.

Estamos en agosto y podría jurar que tu risa se coló a hurtadillas junto a la brisa por la ventana entreabierta.

Al año siguiente me miro al espejo mientras me afeito y siento una punzada en el pecho al comprender que nunca te enseñare a hacerlo.

Otro jueves más y el maldito calendario que no sabe mentir, y los días que se empeñan en correr una maratón.

Este diciembre Papa Noel me ha dejado claro que nunca más pasara por casa, que la ha borrado de su itinerario.

Un domingo cualquiera me encuentro sentado en una plaza, mirando como un idiota a los padres jugando con sus hijos, lamentándome de mi suerte.

Aquel mayo que decidí dejar todo atrás y volver a empezar, con el dolor gritándome al oído y el corazón comenzando una revolución.

Ese año mientras viajaba a Barcelona y podía sentir tu presencia en el asiento contiguo, acompañándome siempre y disfrutando tu primer vuelo.

En junio de este año, mientras flotaba en el mar mirando el cielo infinito, y el sol acariciaba mi pecho mientras el agua salada acunaba mi espalda, el viento acompañaba a esa nube con forma de B y susurraba tu nombre.

Y ese octubre que al despertarme me encuentro en la mesita de noche a tu peluche del pingüino sensei mirándome fijo, como burlándose de mí, quizás cansado ya de mis insoportables besos.

Aquel miércoles que la noche me encontró contemplando esa foto en la que el tiempo parece que se detuvo, y seguimos caminando juntos tomados de la mano en la nieve.

Y este invierno que recién comienza y me encuentro recostado en el sofá, con Maggie a mi lado, mientras levanta sus ojazos tan expresivos y me regala esa mirada tan tierna, como si comprendiera mi dolor.

y cada vez, hijo de mi vida, cierro los ojos y me voy a mi lugar secreto.

Ese en el que el mundo es como debiera ser, donde los recuerdos se vuelven reales, y donde encuentro la paz que tanto anhelo.

Hasta que un quejido de mi alma, todavía herida de muerte, me golpea sin compasión y me recuerda que no estás aquí.

 

Te amo…Mucho.

Papa

domingo, 30 de agosto de 2020



Hoy cumplirías 16 años, todo un adolescente.
Pero ya he hecho un balance de tu corta vida, y no hay duda de que la has vivido a pleno, pero te faltaron infinitas cosas.
En cambio, yo…
He llegado a lo que muchos definen como la mitad de la vida.
Y en estos 50 años he pasado por muchas emociones, viví muchísimas sensaciones, y experimente incontables sentimientos.
Conocí la tragedia, el día que te perdí.
La alegría, en muchísimas pequeñas cosas.
El miedo, otras miles de veces.
La soledad, buscando en otros lo que no podía encontrar en mí.
El desconsuelo, con la perdida y las ausencias.
Un milagro, el día que nacieron mis hijos.
El fracaso, en las incontables oportunidades que dejé pasar o que simplemente no tuve el valor de aprovechar.
La sorpresa, el día que me di cuenta que lo que escribía le gustaba a los demás.
La generosidad, la mía y la del prójimo.
La compasión, cuando perdone a los que me hicieron tanto daño.
La culpa, cuando perdí todo lo que amaba mientras naufragaba en un mar de mentiras.
He vivido…
y ha sido una vida intensa, demasiado para mi gusto, pero la he vivido con pasión.
Y me ha dado un regalo, que no creo merecer, y es esta segunda oportunidad.
Una segunda oportunidad para amar y ser amado sin condiciones, ni engaños, ni mentiras.
Y para comenzar una nueva vida, esta vez mucho más sabio, más maduro, más responsable, y más viejo.
Con todas las ausencias que me acompañan cada día, con esa mochila cargada de recuerdos, y con todos los sentimientos a flor de piel, en algunos casos acariciándome el alma, y en otros, apuñalándola sin piedad.
Quería contarte mi vida, a corazón abierto, hijo de mi vida.
¡¡¡Te echo tanto de menos!!!

Te amo…Mucho
Papa

martes, 12 de mayo de 2020



Han pasado 7 años ya…
Muchas cosas han cambiado.
El mundo ya no es el mismo, es cierto.
Pero dejo de ser el mundo que yo conocía desde que no estas.
Y ahora mi mundo esta patas para arriba.
Pero he aprendido…
Porque de todo lo que sucede a nuestro alrededor se aprende.
He aprendido que no importa lo destrozada que este mi alma, el mundo seguirá adelante igual.
He aprendido que no importa lo que tienes en tu vida, sino a quien.
He aprendido la enorme diferencia entre hacer daño a alguien sin querer que hacerlo con toda intención.
He aprendido que el amor de un hijo se puede manipular, que sirve como una herramienta de venganza y que es claramente un maltrato emocional.
He aprendido que la vida da muchas vueltas, vaya si lo sabre, y que nos vanagloriamos hoy de lo que perderemos mañana.
Y también he aprendido que dos personas pueden estar mirando lo mismo y sin embargo ver algo totalmente diferente.
Pero…
Nuestro amor, Bauti, está fuera de alcance.
Lejos de esas garras toxicas.
Nuestro amor esta intacto, puro, a salvo.
Con el nuestro no podrán…

Te amo…mucho
Papa

domingo, 19 de abril de 2020


Anoche imaginaba como le hubiese contado a mi pequeño hijo sobre el Coronavirus.
-Papa, que es el Coronavirus?
-A ver Bauti, el Coronavirus es como un bicho que se mete dentro de tu cuerpo y te enferma.
- y como se mete dentro?
- a través de los ojos, de la boca y de la nariz, por eso hay que lavarse bien las manos, y cubrirse el rostro con mascarillas.
Y entonces me miro y dijo:
-yo se quienes lo podrían combatir sin descanso.
-ah sí?
-claro! Añadió sin dudas. -Hulk seguramente lo aplastaría, y Iron Man lo desintegraría con su laser.
Decidí seguirle el juego.
-y también los conductores de buses, de trenes, y las personas que hacen entregas a domicilio, dije.
Me miro un tanto confundido, pero agrego:
-el Capitán America lo golpearía con su escudo, Thor le lanzaría su martillo y Spiderman lo atraparía entre sus redes.
-y también los bomberos, la policía, el ejercito y los voluntarios que se exponen para protegernos, agregue.
-Harry potter le lanzaría un hechizo, Yoda lo atravesaría con su espada laser y Wolverine le clavaria sus garras, continúo desafiándome.
-y los médicos, enfermeros, y todo el personal sanitario que se dejan la piel cuidándonos, hijo.
-Shreck lo mataría con su olor, Woody lo atraparía con su lazo y Buzz Lightyear lo acabaría con el láser, concluyo satisfecho.
-y también la gente mayor, los niños, y todas las personas que se quedan en casa para protegerse y protegernos, concluí sin dejar de mirarlo con picardía.
-pero papa, yo estoy hablando de superhéroes!!!
-yo también Bauti, yo también.

Te amo…Mucho
Papa

viernes, 30 de agosto de 2019

Recuerdos



Una tarde como cualquier otra iba caminando sin rumbo, recordándote, cuando de repente sentí una presencia detrás mío.
Al voltear, sin embargo, no había nadie. Esto me distrajo de mis pensamientos. Justo recordaba tu risa cuando jugábamos juntos.
Me senté en el banco de una plaza, retomando ese recuerdo, cuando una suave voz a mi lado dijo:
- Veo por su sonrisa que es un hermoso recuerdo.
Gire la cabeza y me encontré con un viejo, yo diría que muy viejo, con algo de pelo blanco a los lados de su cabeza calva, una nariz respingada, unos profundos ojos grises y con aspecto de bonachón.
- ¿Disculpe?,- pregunte con una mezcla de sorpresa y fastidio.
- Solo un bello recuerdo nos hace sonreír de esa manera, - dijo señalándome con el dedo índice.
Mostrando algo de educación y cordialidad asentí con la cabeza.
Por el rabillo del ojo podía ver que el viejo no dejaba de mirarme, así que, sin más remedio, decidí darle conversación. Estaba por abrir la boca para hacerle una pregunta cuando dijo;
- Soy el Cuidador de Recuerdos.
Lo soltó así, sin más.
- El Cuidador de Recuerdos, -murmure, arqueando las cejas y pensando qué diablos significaría eso.
Otra vez pareció leer mis pensamientos:
- Me ocupo de que los recuerdos que la gente mas atesora no caigan en el Limbo del Olvido, - explico en un tono pausado.
- El Limbo del Olvido, - repetí como un idiota.
- Claro, - dijo, y agrego, - ¿no es cierto que hay momentos de su vida que ya no logra recordar?
Era cierto, y ahora que el viejo lo mencionaba, una gran tristeza se apodero de mí.
Recordaba pocos momentos con mi madre, y a veces, por mas que me empeñara, no lograba recordar momentos con mi hijo.
- Tu hijo, - suspiro el viejo, - Si, esos son recuerdos valiosos, pero el paso del tiempo y los problemas cotidianos los arrojan hacia el Limbo del Olvido, y una vez allí, es casi imposible recuperarlos.
- Hoy cumpliría años, - dije enfocando la vista en los árboles lejanos.
El viejo apretó los labios y asintió con la cabeza.
- ¿Y como hago para no olvidar?, - le pregunte mirando esos ojos infinitos.
Sonrió y dijo;
- Para empezar, aprende a perdonar, no solo a los demás, sino a ti mismo.
- Ama sinceramente, sin condiciones.
- Busca la paz en las pequeñas cosas que haces a diario.
- Se amable con el prójimo, ofrece siempre tu ayuda y agradece por la vida que tienes.
- Procura aprender algo nuevo cada día, y nunca, pero nunca, dejes de soñar.
- Si vives la vida de esta manera, los recuerdos jamás se perderán en El Limbo del Olvido, te lo prometo.
En cierto modo, las palabras del viejo no me eran desconocidas. Me recordaron las charlas de budismo que mantenemos cada tanto con Norma, mi madre del corazón.
- A veces los recuerdos duelen, pero olvidarlos me duele aún más, - le confesé al viejo.
- Pues no los olvides, ahora ya sabes cómo.
Y palmeándome la rodilla, sin decir nada más, se levantó y así como había aparecido a mi lado, de repente se fue.
Me quede un buen rato pensando en ese extraño encuentro.
- Nunca lo olvidare, - dije mientras me ponía de pie para volver a casa.

Te amo…mucho
Papa

jueves, 20 de junio de 2019

BAUTISTA SCHAMIS





Bauti, nos diste y tellevaste tanto amor, que nuestros corazones estan en paz...
Hasta pronto, hijo...

domingo, 12 de mayo de 2019

El tiempo...



Un 12 de mayo de 2013, hace ya 6 años, la tierra tembló.
¿Lo recuerdan?
yo nunca olvidaré aquella sensación bajo mis pies.
la tierra se sacudía y una enorme grieta abría las puertas del infierno.
no recuerdan algo tan devastador?
Pero seguro recordaran el tsunami que sobrevino después del temblor.
Esa ola gigante que me sorprendió totalmente desprevenido y golpeándome con una furia descomunal, me arrastro y me revolcó durante un tiempo incomprensiblemente eterno.
¿Tampoco? ¿En serio?
Pero a que seguro recuerdan los días posteriores, azotados por tormentas y ráfagas de un viento frio y cruel que me dejaba sin aliento.
¿No puede ser, Es que a ustedes no los afecto?
Ese día de catástrofes que sacudieron al mundo y lo convirtieron en un páramo desolado, oscuro y triste, ¿no lo vivieron?
Que curioso, pues ese día existió, fue muy real para mí, porque así sintió un padre la muerte de su hijo.
Pero con El tiempo he llegado a comprender.
solo un poco.
El mundo siguió girando, inmutable para todos, porque solo unos pocos vivimos aquella tragedia.

El tiempo…
Fue quien comenzó a medir el paso de mis días.
Para una enfermo es un enemigo
Para un bebe es eternidad
Para un anciano es un viejo conocido
Y para mi…
Es desconfianza.
Porque Tengo miedo que me robe el recuerdo de tu voz, de tu imagen, de tus besos, de tu olor, de tu sonrisa, tal como lo hizo con mi madre.

Ya me quito 6 años de tu vida…

Te amo…mucho
Papa

sábado, 12 de enero de 2019

Colores



…y un día el mundo tal cual yo lo conocía cambio…
Todo se volvió oscuridad
Los colores desaparecieron de mi vida
Durante años todo fue negro
Los pájaros dejaron de cantar
La música no tenía melodía
El sol no brindaba su calor
Las montañas se volvieron inalcanzables
Y el mar se detuvo.
Cada día era eterno
…y un día el negro se tornó gris…
Las nubes comenzaron a disiparse
Los arboles a dar sus frutos
Los corazones lentamente a latir
Y la vida a cobrar otra vez algún sentido.
…y un día algunos colores volvieron a mostrarse tímidamente…
La naturaleza cobro vida
Las risas se colaron entre la tristeza
El mundo volvió a girar
sin mi Bauti, pero con su recuerdo en el alma
…y un día quizás no muy lejano…
Los colores, no tan brillantes como antes, pero alegres y vivos,
Vuelvan a mostrarse y a demostrarme que,
Aunque a veces no los veamos, no es que hayan desaparecido,
Sino que tan solo se escondieron ante tanto dolor.

Te amo…mucho
Papa

jueves, 30 de agosto de 2018

La historia de los Arco Iris



Érase una vez un niño llamado bautista, el cual llego a este mundo profundamente amado por su madre Karina, su Padre Eduardo y su hermanita Camila, y por sus abuelos y tíos.
Tal fue el amor que recibió al nacer, que Bautista no solo correspondía con más amor hacia su familia, sino que además lo hacia con todas las personas que tenían el privilegio de compartir algún momento de su vida.
Y es que este niño emanaba amor desde su alma misma.
Si solo bastaba con ver su contagiosa sonrisa, o ese brillo tan especial en sus ojos, y hasta incluso el calor que desprendía su cuerpo.
Bautista fue creciendo arropado en el amor que recibía y brindaba a borbotones a diestra y siniestra.
Al cumplir sus siete años, su abuela cayo gravemente enferma, y una noche la muerte en silencio la fue a buscar.
Pero en ese preciso momento, y mientras se llevaba a la abuelita, de repente presto atención a ese hermoso niño que sollozaba en la habitación contigua.
La mismísima muerte asomo la cabeza dentro de la habitación, y en el instante en que sus ojos se encontraron, ella también se enamoró de Bautista.
Durante un tiempo, en los ratos libres, lo visitaba a escondidas y reía y disfrutaba con sus ocurrencias, para después seguir con su ingrato trabajo.
Pero un día, Bautista también enfermó, y rodeado de tanto amor, de inmediato se puso a luchar como un león para poder curarse.
Esto es lo que Dios tenia previsto, que un niño tan lleno de amor debía tener una larga vida por delante, porque el mundo necesita muchos Bautistas para poder ganarle la batalla al odio, al egoísmo y a la maldad.
Así fue entonces, y después de un año de tratamientos, cirugías y hospitales, finalmente ese valiente niño guerrero lo había conseguido.
Pero unos días después, y justo en el instante en que Dios se distrajo solo un segundo, la muerte se lo llevo consigo, dejando a toda la gente a la que Bautista había conocido en su corta vida, totalmente devastada.
-Porque estoy aquí? -pregunto el niño confundido.
-Porque aquí estarás feliz, y no estarás más enfermo – dijo la muerte titubeando.
-Pero si ya estaba casi curado, murmuro casi sin aliento, y, además, mira lo triste que están todos allí abajo -dijo con angustia.
La muerte miro a Bautista y al ver dentro de su alma de repente se dio cuenta del terrible y despreciable acto de egoísmo que había cometido, arrebatándolo furtivamente solo para poder tenerlo cerca y disfrutar así del amor que ese niño regalaba incondicionalmente.
Al otro día la muerte fue a hablar con Dios hecha pedazos por su inexplicable actitud.
-Qué quieres, ya se para que has venido -dijo con voz firme el Creador.
-Lo siento, soy tan mala -dijo sollozando totalmente arrepentida, -Pero tu eres Dios, y seguramente podrás arreglarlo, -Agrego entusiasmada.
-No hay nada que pueda hacer, lo que has hecho no tiene vuelta atrás, y ya te he dicho que no eres mala, solo haces tu trabajo, y es muy importante ya que eres una parte esencial de la vida, -Y continuó -Pero esta vez has sido muy egoísta.
La muerte buscaba una manera de poder cambiar las cosas, pero con cada intento se daba cuenta que eso sería imposible.
Al volver vio a Bautista contemplando con asombro un gran Arco Iris que cruzaba el cielo de punta a punta.
Y en ese momento una idea cruzo por su cabeza, así que volvió sobre sus pasos corriendo y trastabillando.
-Y ahora qué es lo que quieres, le dijo Dios con un tono que solo desprendía amor, compasión y ternura.
La muerte se le acerco y le susurro algo al oído.
-Eso sí!, concedido – exclamo Dios con una sonrisa.
Y cuenta la historia que, desde aquel día, y todos los días al terminar su jornada de trabajo, la muerte pasa a buscar a Bautista y a otros muchos niños y entre todos le regalan al mundo hermosos Arco Iris que ellos mismos crean con todo su amor.

Así que ya saben, si miran al cielo y ven un Arco Iris, disfruten de ese regalo lleno de amor de esos pequeñitos adorables.

Y con respecto a mí, Bautista ha dejado su eterno amor dentro de mi alma, y hasta que la muerte venga a buscarme, contemplare maravillado esos Arco Iris que de vez en cuando me regala, y especialmente hoy que es su cumpleaños.

Feliz cumple hijo...

Te amo…mucho.
Papa

lunes, 11 de junio de 2018

El restaurante de los sueños


Hola Hijo…Ups, lo hice otra vez.
He publicado la segunda novela continuando con este irrefrenable impulso de escribir.
Pero esta no es una novela más.
Este libro habla sobre el amor;
Y es lógico, ya que no solo refleja el amor entre los personajes, sino que transmite mi amor al escribirlo.
También habla sobre la perdida;
Porque nos asoma al inevitable camino de la perdida, el que tarde o temprano todos deberemos transitar.
Habla sobre el arrepentimiento;
Y nos enseña que es una parte vital de nuestro constante aprendizaje.
Y en consonancia con esto último, habla de redención;
Porque solo con un profundo arrepentimiento lograremos alcanzar la redención.
Y sobre todas las cosas, esta novela habla de los sueños;
De eso se trata, de perseguir los sueños con pasión, porque solo así dejarán de ser sueños, y se convertirán en una maravillosa realidad.
Todavía no he encontrado la paz que tanto anhelo, pero te confieso algo…
Cada vez la siento más cerca.

Te amo…Mucho
Papa

sábado, 12 de mayo de 2018

5 años...



Puedo mirar al cielo una y mil veces en estos últimos 5 años y no encontrarte,

O quizás si…

Tal vez en aquella estrella fugaz que sorprendió mi mirada esa noche,

O en esa nube con forma de pingüino que escondió al sol esa tarde de verano,

Y casi seguro en esa tarde gris donde la lluvia mojaba más que mis lágrimas.

¿Cuándo paso todo esto?

¿Donde te perdí?

¿Como es posible que este escribiendo estas cosas?

Y pensar que éramos tan felices

Pero seguiré mirando al cielo una y mil veces más,

Así a lo mejor te siento más cerca.

O quizás este mirando hacia el lugar equivocado,

Y entonces acercare el mentón hacia mi pecho y mirare donde realmente estuviste siempre,

En aquel lugar donde te acurrucaste desde el primer día,

En ese mismo lugar donde viviste durante 8 años.

Y si bien ese lugar ahora esta viejo, roto, triste, golpeado y en ruinas,

Es en mi corazón donde siempre vivirás, hijo mío.

 

Te amo…mucho
Papa

sábado, 10 de marzo de 2018

Rota...



Me gusta porque no se le nota que está rota. Me contagia esa idea de que se puede seguir a pesar de tener un corazón despedazado. Yo se que lo tiene así. Le falta una pieza de esas que nunca mas va a encontrar. Ella va a vivir sin una parte para siempre, con un corazón desarmado que nunca va a volverse a armar de nuevo. Pero ella se pone de pie igual. Sigue adelante. Sigue jugando con las piezas que le quedan, sabiendo que nunca más va a volver a tener el rompecabezas armado sobre la mesa. Ella sigue caminando con ese vacío incrustado en el pecho. Sigue jugando con lo que le queda. Guarda el dolor de la pieza que le falta para otro momento. Ella se sigue poniendo de pie. No ha sanado. NO VA A SANAR. Lo sabe. Pero se pone de pie con esa fortaleza del que sabe que así será la vida de ahora en adelante. Ella ya entendió todo. Sabe que perdió la batalla. Lo sabe. Pero se ríe, y a veces disfruta. Contagia la idea de que se puede aun estando rota. Ella perdió justo lo que no tenia que perder. De todas las cosas posibles, justo esa no tenia que perderla. Y la perdió. Y le duele en el pecho y en el alma. Extraña. No se aferra de nada que la distraiga de la verdad de saber que no esta y que no va a volver. Pero ella sigue. A veces tropieza, pero tropezar mirando al cielo, siempre compensa. Me gusta saber que sigue por lo que tiene. Que no busca reemplazos. Me gusta verla porque me planta una evidencia que me cuesta asumir. Si. La gente rota puede seguir adelante. No es valiente. Es simplemente una mujer que, rota, camina igual.

Te amo...Mucho
Papa


domingo, 28 de enero de 2018

Reflexion


La vida me ha dado otra enseñanza, porque de eso se trata.
Venimos a aprender.
Y por eso es que Hay que disfrutar y sacarle el máximo provecho a la vida, amarnos, cuidarnos y respetarnos.
Lamentablemente El cáncer es la principal causa de muerte en este planeta.
Y no discrimina entre ricos, pobres, religión, raza o edad.
Es cierto que hay que cuidarse, ya que hay alimentos o estilos de vida que lo promueven o lo aceleran, pero en general, yo lo veo como una macabra lotería, en la cual uno nunca sabe si le va a tocar hasta que el medico nos da a nosotros o a un familiar o amigo esa aterradora noticia.
En tu caso, bauti, nada lo provoco, fue un gen defectuoso, un cromosoma, que tenía grabada esa información diabólica, y se despertó a tus 7 años.

Es simple, y lo complicamos, porque nunca tendremos felicidad todo el tiempo, eso es imposible.
Lo que si podemos hacer es aprovechar esos momentos de felicidad al máximo, ya sean muchos o pocos, y aprovecharlos plenamente.
Hay personas que viven buscando el secreto de la vida.
Y la verdad es que la vida no tiene secretos, todo está al alcance de la mano.
solo hay que vivirla y sentirla.

Te amo…mucho.

Papa

miércoles, 30 de agosto de 2017

13 años



¡Feliz cumple Bau! (13 años)
 

Desde que te fuiste un personaje se quedó a mi lado y no hay caso, por más que me esfuerzo por sacármelo de encima, es imposible.
La tristeza me acompaña cada día.
Tenemos una relación muy particular. A veces me enojo con ella, otras tantas reímos juntos o disfrutamos de alguna película.
Se acuesta conmigo, y algunas noches me despierta y ya no me deja dormir.
En ocasiones apuro el paso para perderla en una esquina, pero siempre me encuentra, y siempre viaja conmigo, y si no quiero llevarla, se cuela en mi maleta o viaja de polizón.
Muchas veces se pone muy pesada, y termino agotado por llevarla a cuestas.
Es egoísta, manipuladora, traicionera, cruel, despiadada, soberbia…ya la conozco muy bien.
A veces me mira de reojo, como burlándose, y otras lo hace directamente a los ojos, desafiándome, y me ha dejado claro que vivirá conmigo hasta el final, y sé que no tengo opción, debo convivir con ella, o, mejor dicho, soportarla.
Si pareciera en ocasiones que hasta decide cuando debo respirar y cuando no, ya que siento como aprieta mi pecho y me deja sin aire.
Pero…hay algunos momentos, y cada vez son más, cuando simplemente desaparece el tiempo suficiente como para dejarme disfrutar la belleza que me rodea.

Entre nosotros…yo creo que la muy desgraciada se va a molestar a otro pobre infeliz!!!

Te amo…Mucho
Papa


viernes, 12 de mayo de 2017

Momentos...



El tiempo…
Podemos medirlo en días, horas, minutos.
Pero yo prefiero medirlo en momentos.
¿Has visto cuando a veces parece que el tiempo pasa muy, muy lento, como por ejemplo cuando estamos ansiosos por algo?
Y a veces el tiempo parece ir demasiado rápido como cuando uno está pasándola muy bien.
Y a veces, el tiempo se detiene, como aquel 12 de mayo de 2013, hace 4 años, cuando te fuiste, Bauti.
Pero yo no recuerdo las fechas, o las horas, o los minutos de cada momento vivido con vos.
Yo recuerdo los momentos, todos los que mi mente me permite recordar, que no son tantos como me gustaría.
La mente humana es misteriosa, recordamos en la mayoría de las ocasiones momentos importantes, pero los cotidianos los olvidamos.
¿Pero como se sigue adelante?
Porque detenerse no es una opción.
Por Camila, por vos, por mí, por toda la gente que me quiere y por la gente hermosa que he conocido desde ese día.
Porque de eso se trata la vida.
De vivirla, aun cuando nos golpea, y a algunos nos golpea muy duro.
Y a otros los golpea aún más.
Pero de esos golpes aprendemos, rescatamos cosas, nos reinventamos, tratamos de ayudar a otros, y así seguimos, viviendo…
Pero cada día, cada hora, cada minuto, cada MOMENTO, recordamos.

Y yo te recuerdo cada momento, hijo de mi alma. 

Te amo…Mucho
Papa


miércoles, 5 de abril de 2017

Un regalo


A veces trato de encontrar palabras que describan lo que siento, y me doy cuenta que muchas veces no existen palabras que describan esos momentos.

¿Que palabras hay que transmitan de verdad la sensación de un primer beso, o el atardecer en una playa, o el sostener a tu hijo recién nacido en brazos, o el aroma de una comida hecha por tu abuela, o una canción que te trae recuerdos de tu juventud?

Intentamos unir esas palabras con las sensaciones, pero solo logramos un pequeño destello de la realidad.

He tomado decisiones y me equivoque, fracase y volví a levantarme, me perdí y me encontré.

Siempre he tratado de descubrirme a mí mismo, he creído cuando todos dejan de creer, he seguido luchando aunque nada salga como estaba previsto.

Y ahora me he permitido soñar y perseguir ese sueño, que vos, Bauti, conoces muy bien.

Ya publiqué mi novela “Siempre fueron tus ojos” en Amazon, y tanto el nombre de los personajes como la novela están dedicados a vos y a Cami.

Y tenes mucho que ver con esto también, ya que desde tu partida no he hecho otra cosa que escribir.

En principio era una forma de comunicarme con vos, de dejar que los sentimientos que tenía dentro salieran en forma de palabras, pero con el tiempo se me hizo una costumbre y en mi cabeza comenzaron a formarse historias, y una de ellas se transformó en un libro.

Por supuesto, sigo y seguiré escribiendo, porque es un regalo que me dejaste en el corazón y tuve la suerte de descubrir.

 

Te amo…mucho

Papa

sábado, 28 de enero de 2017

Una vida en 8 años...


Se podría pensar que 8 años en el transcurso de una vida de 46 años no es un tiempo significativo, pero si se trata de compartir la vida de mi hijo en esos 8 años el tiempo toma otra dimensión.

Hemos hecho de esos años una experiencia inolvidable.

Bauti amó y fue amado con tal intensidad que hace que el tiempo sea solo una ilusión.

Conoció en esos 8 años el calor y el frio, el sol y la lluvia, la felicidad y la tristeza, la ilusión y el desencanto, la amistad, la compasión, el dolor, el miedo, el valor, tantas cosas que más de un adulto no vivió ni vivirá jamás, porque así era Bauti, un amor que cambio las vidas de la gente con las que se relacionó, y, en primer lugar, cambio mi vida definitivamente.

Le enseñamos a vivir, y con el inmenso amor que nos dejó en el alma, ahora él nos enseña a   vivir con su ausencia.

Disfrutó de la montaña, del mar, de la ciudad, del campo, y se maravilló con la nieve y con la inmensidad del mar.

Puedo encontrar el amor de esos 8 años en la memoria de mis pupilas al mirar el brillo de su mirada, en la memoria de mis manos al sentir la suavidad de sus caricias, en la memoria de mis labios al disfrutar de sus besos, en la memoria de mi cuerpo al contacto con sus abrazos, y en la memoria de mis latidos, que se quedaron marcando el ritmo de los suyos.

Prefiero haber vivido esos 8 años junto a mi hijo, que la eternidad sin él.

Así es, Bauti vivió una vida plena, y tan solo en 8 años.

 

Te amo…Mucho

viernes, 4 de noviembre de 2016

Los extrañamos tanto...




                                     MartinN
                                    PatricioO
                                   Wanda
 

                                   AYlen
                                   LautarO
                                                          LUcas
 

                            VictoriA
                                   Ludmila
                                                     PabLo
 

               Bautista
                                                         PEdro
                                               ManueL
                                                       MOira
                                                        ANahi
                                  Gisela

 
               Tomas
                                               LucianO

 
                                  Horacio
                                  Elena
                                                        CArolina
                                  Valentin
                                                        PEnelope
                                  Nicolas

 
Lo primero que voy a hacer cuando vaya al cielo será encontrarte, y lo segundo será nunca mas dejarte


Te amo…Mucho
                                                        Papa

jueves, 22 de septiembre de 2016

Doctores del alma

 
Una tarde de otoño me encontraba en una reunión con amigos cuando de repente me aleje un poco y me senté en uno de los bancos del amplio jardín.
Es habitual ya el perderme en mis pensamientos, y más aún cuando el paisaje que me rodea es tan inspirador, rodeado de árboles y flores y pájaros y el cielo de un azul casi imposible.
Por supuesto, te imaginaba a vos, Bauti, corriendo y disfrutando de ese jardín, y como siempre, las lágrimas comenzaron  a brotar de inmediato.
Gire la cabeza, cerré los ojos y me seque las lágrimas con las manos, y al abrirlos nuevamente un niño de alrededor de 6 años se encontraba parado frente a mí, mirándome con ojos curiosos.
-Señor, dijo con timidez, le duele algo?             
Lo mire con ternura, todos los niños me hacen recordar a mi Bauti, y otra vez brotaron las lágrimas.
El niño seguía mirándome, aunque ahora su cara mostraba cierta tristeza.
-Cómo te llamas?, le pregunte mientras recobraba la compostura y forzaba una sonrisa.
-Lautaro, respondió con seguridad.
-Y que haces acá, Lautaro.
-Vine con mis padres, y señalo hacia la galería de la casa, donde seguramente estarían sus padres entre tantas personas.
Recordé que los amigos de una amiga  tenían un hijo llamado Lautaro, así que supuse  debería ser este niño.
-estaba llorando, dijo Lautaro, que le duele?, repitió.
-Me duele el alma, respondí con amargura.
Lautaro se quedó pensando, frunciendo el entrecejo, y finalmente dijo:
-El alma?, y que es el alma?
Buena pregunta, pensé.
La respuesta racional seria que el alma es una entidad abstracta tradicionalmente considerada la parte inmaterial que, junto con el cuerpo o parte material, constituye el ser humano y se le atribuye la capacidad de sentir y pensar.
Pero para mí el alma es la vida, la eternidad, las emociones, la voluntad y el deseo, la esencia de cada persona y por sobre todo amor, y así se lo transmití a Lautaro.
Otra vez se quedó mirándome mientras procesaba en su cabeza de 6 años esta nueva información, hasta que abrió los ojos un poco más y dijo:
-Mi abuelo la semana pasada fue al doctor porque le dolía el corazón y se lo curaron,  así que usted debería hacer lo mismo, exclamo.
-Eso está muy bien, dije, pero si bien hay doctores para todo, no existen los doctores del alma.
-y donde está el alma?, pregunto confundido.
Otra buena pregunta, donde está el alma?
Imagino que cada ser humano tendrá una respuesta distinta,  pero instintivamente y sin pensarlo, me encontré señalándome el pecho.
-Esta acá, bien cerquita del corazón, respondí.
Lautaro levanto su manito y se tocó el pecho también.
-y Porque duele el alma?, quiso saber.
Como explicarle a un niño de 6 años que mi alma dolía porque estaba herida de muerte, a causa de la perdida de mi hijo de tan solo 8 años?
-El alma duele cuando se siente una profunda tristeza, le dije.
Otra vez se quedó pensativo, con la mirada perdida, y sin más, se dio media vuelta y se fue.
Me sonreí mientras más lágrimas se derramaban por mis ojos.
Después de un rato, me levante y antes de emprender la vuelta hacia la reunión, me quede mirando hacia el cielo.
Justo cuando estaba por dar un paso, sentí que alguien me tironeaba de la remera.
Gire y otra vez me encontré con Lautaro.
Me agache para hablar con él, y antes de que mis rodillas tocaran el piso, me abrazo con ternura y me dio un beso.
El corazón me exploto en mil sensaciones, amor, agradecimiento, alegría, tristeza, ternura, nostalgia, solo para nombrar algunas.
Por supuesto las lágrimas me nublaban totalmente la vista, el pecho parecía querer salirse del cuerpo, pero de repente, la más absoluta paz y calma me envolvieron como un manto.
Fueron solo unos segundos, pero suficientes para darme cuenta quien era ese niño que me estaba abrazando, aunque hacia solo unos minutos había negado su existencia.
Lautaro era un verdadero Doctor de almas, porque solo los niños con su incondicional amor, su ternura y su inocencia pueden recibir ese doctorado.
 
Te amo…Mucho
Papa